El siguiente post contiene varios Spoilers de las historias aquí descritas. Si no las ha visto o leído y no le gusta que le arruinen la trama, mejor no lea, se las voy a estropear de lo lindo.
Hay historias que marcan vidas, no me refiero a la que usted está escribiendo en estos momentos mientras poco a poco se transforma en viejo(a) lesbiano(a), sino cuando uno está chamaco(a). No se necesita mucho para echarle a andar el cobayo de la cabeza y éste casi se infarte con algunas historias leídas, vistas por televisión, cine o cualquier otro medio de su tiempo. Dudo mucho no haya experimentado esa sensación, aquel sentimiento no se olvida fácilmente y menos cuando ya te andas mordiendo las uñas esperando ansiosamente que llegue el día, pues esos nuevos miedos instalados gracias al producto de esa ficción te van a andar fregando durante un buen maldito rato. Más te vale hayas dominado tu sucia y pervertida mente escuincle miado, ¿o acaso podrías ser todavía ese niñito de adulto perseguido por ese recuerdo?.
10. Casos sin respuesta: La Pared.
Casos sin Respuesta fue un programa que se transmitió en México aproximadamente entre los años 1996 al 2000, sin contar las retransmisiones posteriores ya muy entrada la madrugada. Si bien recuerdo, el horario cambió a lo largo de su difusión entre 11:30 pm y 12 pm. Es difícil precisar esos datos ya que hay mucha gente que recuerda cosas diferentes, incluyéndome.
Estaba conducido por 2 caballeros Godínez, estos eran los reporteros Jorge González (también conocido por ese programa que desapareció tan rápido como surgió "Esté Enterado" y su investigación del caso Colosio) y Gabriel Castillo ("A quien corresponda") quienes se alternaban entre las historias presentadas como lo habría hecho en algunas ocasiones Rod Serling en la famosa Dimensión Desconocida (Twilight Zone). Antes de cada capítulo, aparecía una leyenda advirtiendo que los relatos contenidos en el programa eran reales y estarían narrados por sus testigos originales. Sin dudas, lo que más recuerdan los televidentes de este show es su introducción musical, inspirada, en mi opinión, por el tema de Misterios sin resolver, sólo que en este caso las notas eran ejecutadas por un piano de manera aún más frenética. Debo decir que los testimonios sonaban bastante convincentes, no forzados ni aprendidos como uno esperaría, con tropelías en las narrativas y algunos pleonasmos sin ser editados. En cuanto a sus recreaciones dramáticas, sinceramente la mayoría rayaban en lo chapucero, incluso para un escuincle espectador poco exigente como yo, sobra decir que es TV Azteca, donde habitan muchos actores improvisados. La emisión estaba dividida en 3 testimonios donde la mayoría de los casos se enfocaban en lo paranormal pero también en crímenes sin resolver. Los televidentes más inocentes recordarán algun episodio en particular dependiendo de su situación, ubicación y posible relación con el incidente recreado.
A veces veía el programa con mis padres, si acaso me dejaban, otras lo veía solo si ellos aún no habían llegado o ya se habían dormido. Esa noche, me acuerdo que mis viejos no estaban. Entonces me hice del control y prendí la tele, eso sí, con la luz apagada para evitar que me cacharan. Oh, la reverenda puta madre, me habría de arrepentir. Este episodio me hizo quedarme bien despiertito hasta altas horas de la madrugada. La historia describía a un sujeto dormido plácidamente en una litera y, de pronto, era atacado por el fantasma de una mujer vestida de negro, arrastrandolo hacia la pared del cuarto. Por suerte, era salvado por el otro hombre que dormía en la parte baja de la litera tras escuchar los gritos desesperados y afeminados, al estilo Flanders, de su hermano. Un hechizo simple pero efectivo.
No terminé de ver el programa completo pues mis padres llegaron, sin embargo, fue suficiente para finalizar "La pared". Apagué la tele. Me metí rápidamente entre las cobijas dando la espalda a la entrada. Mi madre verificó si ya no tenía signos vitales y salió del cuarto. La poca luz que se filtraba debajo de la puerta mientras se lavaban los dientes y el murmullo de su conversación me daba un respiro. Cuando todo fue oscuridad total y silencio, las imágenes del caso me empezaron a revolotear en la cabeza, decidí "dormir" con los pies apuntando a la pared en caso de que la espectral señora se le antojara venir a visitarme. Las patas como cebo y en el posible forcejeo, esperaba tener una oportunidad para poder gritar. Recordando la complexión de esos dos salvándose apenas por un cabello, ni tiempo de echar una maldición me iba a dar. Como pasa el tiempo tan lento cuando uno quiere lo contrario. Esta historia se me quedaría bien grabada a pesar de los años. Esa noche, digamoslo así, sobreviví a mis propios pensamientos. Viéndolo otra vez después de varios años, ya no es lo mismo jajaja.
Sabe cuál sí es un misterio, en los pocos recortes de periódicos en la red de esos años, no encontré el horario de este programa pues quería comprobarlo. En su lugar, habría de encontrar otro show del cual curiosamente ya casi nadie se acuerda, EN BUSCA DE LO DESCONOCIDO, de 1996, más o menos tenía el mismo tono de misterio, pero para mí, Casos Sin Respuesta es uno de esos pocos programas que podría rescatar de la barra de Azteca en esos años tan convulsos post-devaluación.

